La “Green Zone” se refiere a una situación en la que se confirma la adecuada entrega de oxígeno alveolar y el paciente ya no está en riesgo inminente de hipoxia crítica. Este concepto es fundamental en el manejo avanzado de la vía aérea, ya que proporciona al equipo clínico un momento crucial para pausar, optimizar la fisiología del paciente, desarrollar estrategias de intervención y movilizar los recursos necesarios. La entrada en la Green Zone no necesariamente implica la normalización de la saturación de oxígeno (SpO2), sino la confirmación de la ventilación alveolar adecuada, lo cual es vital para la estabilización del paciente y la planificación de pasos futuros.